Cafè Bar Los Angeles - Sevilla, Sevilla

Milena C.

La alpargata, la tosta y el café: muy rico. La atención ( a pesar de ser autoservicio) es una vergüenza, tanto en la cafeteria como en la confitería (ya que se pide y paga por separado) te atienden y tratan como si te estuviesen perdonando la vida.

Maria G. P.

Mal servicio.
Hemos pedido dos cafés, pero los he pedido en barra y luego nos hemos sentado en una mesa. Una de las camareras me ha increpado por haberlo hecho así, quejándose que así "ella no tiene trabajo". Cuando los cafés estaban listos, me ha hecho ir a recogerlos y pagar en la barra porque no me los quería servir en mesa.
Ha sido muy raro!

Además, pago mínimo con tarjeta 10€. Y no me han dado ticket...

JDJ

Una lastima de lugar. Buena comida y café pero la atencion deja que desear. En sevilla en general cuesta mucho que atiendan bien

Olga R.

Pésimos pasteles. El servicio agradable pero sin formación. Muy triste leer que es un lugar para turistas. La imagen de Sevilla es la suma de muchas empresas. Alguien debería prohibir sitios como este en un lugar privilegiado.
Su dueño/a debería preocuparse por formar al personal y cuidar la calidad de sus productos. No queremos este tipo de empresarios en Andalucia.

Kimbaro R.

Un desastre.
Menuda imagen se tienen que llevar los turistas después de visitar este lugar.
Los único que se salva es el personal que intenta como puede llevar el trabajo diario con una sonrisa.
Y ya para colmo el tema del pago...Lo intentare explicar:
Una cuenta para pasteles y helados y otra para cafes, té, etc.. Y en ambas solo se puede pagar con tarjeta si gastas mas de 10€ en cada una....
Es la manera mas descarada de solo querer dinero en efectivo que he visto....Y ahora me vendrán que el banco les cobra comision por el uso en tarjeta...Pues repercutan esa comisión al que paga con tarjeta y solucionado....Pero es que tampoco quieren eso porque la verdad de ese no querer tarjeta la sabemos todos.
En fin. Nunca mas.

Luis G.

Trato deplorable por parte de una trabajadora latina que no supo tenía muchas ganas de trabajar.

Llegamos al local sobre las 16:00 del domingo 20 de octubre porque a mi hija se le apetece un helado y tenían una vitrina fuera. Me dispongo a esperar en la vitrina detrás de una señora inglesa hasta que nos cansamos de que no haya nadie atendiendo y nos vamos a un segundo mostrador. A ella la atienden y se van a la vitrina a servirle su helado, sin embargo cuando me atienden a mi me dicen que no, que me vaya a la vitrina que ya no está ahí su compañera.

Vuelvo a la vitrina de los helados y me vuelvo a poner en cola por tercera vez sin que nadie me atienda. A esto que llega esta chica latina, atiende a una señora y en eso que llega otra inglesa, la cual nos aparta para poder mirar bien la vitrina y accedemos. Mi sorpresa es que acto seguido esta señora pide una tarrina y ya me quejo… “Oye, perdona, pero es que llevamos un rato esperando en distintos mostradores…” La señora inglesa empieza a disculparse porque fue muy grosera su actitud. Sin embargo, la dependienta comienza a increparme a mí porque yo debía estar detrás de la vitrina y no en el lado (recordemos que me echo para el lado para dejar que la inglesa mirara los sabores, pero es que llevábamos un rato detrás del mostrador). Hubiera sido tan sencillo como pedir disculpas y atenderme puesto que era mi turno, pero ella decidió ser desagradable, farfullar por lo bajito. Así que finalmente le dije que no me diese nada.

Hay heladerías a patadas y gente con muchas ganas de trabajar, a ver si se aplican el cuento aquí, aunque ya veo que el 1,8 de puntuación media no les hace cambiar. Suerte que pueden vivir de engañar a 4 guiris.

Ricardo V.

Me he pedido una tostada para llevar y a pesar de su elevado precio ni siquiera me la han puesto como yo la quería. No lo recomiendo ni para los turistas. 4,50€ por una tostada de York y queso (sin queso, porque se les olvidó) sin café.

Cristina C.

Estuve desde las 5 de la tarde hasta las 8 tomando algo, la PEOR CAFETERIA de la calle.
Servicio horrible, la camarera en varias ocasiones contestó muy mal, barriendonos la mesa con nosotras sentadas.
La camarera Ángela había que estar buscándola por todo el bar porque no nos atendían, la peor con diferencia su compañera, que no estaba haciendo nada y nos decía q buscáramos a Ángela
No repetiré nunca más