Café La Blanca - Cuauhtémoc, Ciudad de México, Cd. de México

Sarah Sifuentes de la Torre

Cafetería tradicional, pero no la mejor del lugar.

Fui porque de pequeña visitaba continuamente con mi Abuelo durante mi infancia.
Fue lindo regresar y darme cuenta que no ha cambiado nada en tantos años... Sin embargo la comida no es fenomenal.

Pedí unos chilaquiles con milanesa de res.
La cantidad de chilaquiles era poca en comparación de otros lugares. La milanesa era grande pero su sabor no era rica, solo normal.
A pesar de que no tenía grasa, no fue de mi gusto completo.
El café es fuerte, pero solo en paquete te dan una taza.

Los huevos divorciados con chilaquiles son normales, básicos, se compensa lo poco de los chilaquiles con los huevos.

El jugo de naranja es fresco pero muy dulce.
El pan es rico, fresco y del día.

La atención fue rápida y buena, supongo que porque el lugar estaba tranquilo debido a que fuimos en semana santa.

Mujeres Líderes TV

Se encuentra en un lugar céntrico y típico de México. Al entrar te transportas en el tiempo. Es un café clásico y antiguo mexicano que conserva sus tradiciones y sabor original. Ellos preparan su propio pan. Me encantó entrar a probar sus platillos.

Héctor Medina

Es un clásico del Centro Histórico de la Ciudad de México, ideal para desayunar unos chilaquiles con chicharrón o costillas guisadas, buen café y pan dulce. También sirven comidas y cenas, siempre con una excelente relación entre calidad y precio. Los platillos son los típicos de la cocina mexicana, aunque se presume internacional, quizás porque tienen hamburguesas, paella, espagueti y otros más, pero en todos ellos se imprime el particular sello mexicano. Por la tarde hay menús a precios muy razonables. El menú del día lo puedes consultar en su página de internet. El servicio es muy bueno, a cargo de este hay una equipo de meseras con mucha experiencia. Me gusta especialmente porque te traslada a otra época, a la del cine de oro mexicano.

Tania Lizet

La comida está sabrosa, la milanesa acompañada con chilaquiles es una delicia. Los platos están servidos abundantemente. Para el desayuno, hay tres tipos de paquetes de diferente precio y cada paquete tiene cinco opciones a elegir. Incluyen jugo o fruta, café y un bolillo fresco y crujiente. Recomiendo ampliamente el café con leche, aumenta un poco el costo pero lo vale. El servicio en barra es muy ágil, con meseros atentos. El ambiente corresponde con un clásico del centro histórico, las fotografías antiguas suman a la experiencia.

Arturo Alcalá

Uno de las cafeterías más populares del centro por su historia y tradición. Los precios parecen accesibles pero si vas en grupo hay que moderarse porque la cuenta te puede sorprender.

La comida es muy casera, buena, pero nada espectacular.

El ambiente es sumamente familiar, verás mucha gente visitante del Centro.

Edgardo Fernandez

Un lugar limpio y tranquilo, la comida está bien, el café es bueno pero no cuentan con refill, el pan está bueno y como la mayoría de los lugares del centro los costos son altos, pero vale la pena visitarlos por la tradición que tienen.

Bit Cisneros

Es todo un clásico, mi familia lleva generaciones comiendo ahí. La comida no es la mejor del mundo pero evoca mucha nostalgia. A unas pocas calles del centro de la ciudad ha resistido el paso del tiempo. Es comida casera, y el café es muy rico. Es un poco caro si lo comparas con otros restaurantes pero puedes encontrar la nostalgia de un México pasado, tanto en sus instalaciones como en la gente que lo visita, como si se hubiera detenido el tiempo.

Arturo J. Martínez

Es un lugar tranquilo y barato para desayunar. El ambiente evoca épocas pasadas y más pacíficas. Los platos están muy bien servidos. Lo único que me causó ruido fue la organización: pedí mi cuenta y ya iba de salida cuando me regresaron porque "no había pagado bien". Digo, si uno pide la cuenta, pues es para que ellos te digan qué se debe y qué no, ¿cierto?