La lectora cafetería - Cádiz, Cádiz

CARLOS L.

Si tienes prisa, no es tu sitio.
Agradabilísimo lugar para tomar un café, merendar o almorzar un sandwich con el contador del tiempo en posición pausa.
Siéntate un rato, solo o acompañado y tómate un café mientras lees. Y deja que la música, decente y a su justo volumen, te acaricie.

José A. G.

Agradecí a la dueña de la cafetería por tener una experiencia de café totalmente diferente a lo demás, aunque salga más caro en general. Todo buenísimo y si hay que ser un poco más pacientes con los camareros nuevos se hace y punto

Leandro G. P.

He ido varias veces para poder tener una experiencia basada y evaluar.
PROS: el ambiente del local es bonito y agradable, con opción de terraza.
Además, el servicio (camareros) son bastante agradables.

CONTRAS:
- Los precios, sobre todo de las tartas, las cuales no tienen un sabor como para pagar poco más de 6€ por un trozo (la última vez me supo a plástico).
- El café depende del día te lo sirven de una manera distinta... Incluso llega a saber de otra forma.

Nuria

Hemos ido a merendar unas amigas y yo, es una cafetería/librería, había mucho ambiente, la lluvia de estos días ha ayudado claro está. Las chicas que atienden son agradables. Pedimos una tarta de limón para compartir muy rica y cafés frapé y capuccino.

Ale S. (.

Visito Cádiz muy de vez en cuando, pero cuando lo hago, La Lectora siempre es parada obligatoria.

Da gusto disfrutar de un café y una charla con amigas en un sitio tan encantador y es admirable la gran labor que hacen por promover la cultura y el arte! Hoy día no es fácil encontrar rincones como este que, además de ofrecer buenos productos, fomenten la lectura y apoyen las creaciones de pequeños artistas. Por todo ello, seguirá siendo mi cafetería de referencia en la tacita de plata. ✨

Aun así, si me lo permiten, me gustaría hacer una crítica constructiva en lo que al servicio al cliente se refiere tras una desafortunada experiencia.

Acudimos al local dos veces en estos días (ayer domingo y hoy lunes), en ambas ocasiones fuimos atendidas por la misma camarera y he de reconocer que su trato hacia nosotras fue, cuanto menos, descortés, a pesar de que nos dirigimos a ella con empatía (por la situación) y simpatía en todo momento.

Entiendo que el personal se pueda sentir abrumado y ahogado en fechas como estas con la brutal avalancha de gente que sufre Cádiz debido a los Carnavales. Y, habiendo experimentando en mi propia piel lo exigente que puede llegar a ser el trabajar de cara al público en momentos asi, comprendo perfectamente que a veces cueste sacar una sonrisa. Pero, como cliente, también sé lo desagradable e incómodo que puede llegar a ser que, aun dirigiéndote con amabilidad y educación, te respondan de manera borde, cortante y con cierto desprecio. No exijo ni pido que se me ofrezca una sonrisa en todo momento, ni todo el mundo tiene un carácter risueño ni, aun teniéndolo, la sonrisa siempre sale. Pero sí que pido algo de cortesía y educación cuando se dirigen a mi. Que si pregunto amablemente si tienen una carta, no se me responda con silencio y malas caras y vuelvan para dejarme la carta de malas maneras; que si pregunto si tienen X producto, no parezca que me responden como si se me estuviera perdonando la vida; que si voy a preguntar cómo es un pan de viena -porque no había molletes-, no me respondan de forma altiva diciéndome que el precio es el mismo cuando no es lo que iba a preguntar. Considero que es lo justo recibir un trato amable, empático y respetuoso, sobre todo si tú también lo estás dando.

Quiero dejar claro que mis anteriores experiencias en La Lectora no se pueden reducir a esto. Incluso lo vivido estos días no se puede reducir a esa única experiencia, porque aunque no ha sido de mi agrado el trato recibido por parte de un miembro del equipo, también he podido disfrutar de una breve conversación con otra de las chicas del equipo y no ha podido ser más encantadora. Sin embargo, como cliente, se la mala impresión que pueden llegar a causar situaciones como la anteriormente mencionada. Y me daría muchísima pena que alguien que desconociese este espacio tan bonito y lo pisase por primera vez, se llevara un mal sabor de boca tras vivir algo así y perdiese la oportunidad de seguir disfrutando de la magia de La Lectora.

Así que ánimo enormemente al equipo a continuar su gran trabajo y, en la medida de lo posible, a no dejar que fechas tan estresantes como estas les impidan continuar ofreciendo experiencias únicas y tan entrañables a sus clientes.

Volveremos, no lo dudo. Y espero de corazón que esa sea la misma intención de todos los demás que crucen las puertas de La Lectora! 🤍☕️📖

Jose A. G.

Desayunar en este sitio al solecito en plena calle ancha, sintiendo el pulso de la bella tácita de plata, en fin, como el anuncio.... para todo lo demás MasterCard.

Rosa

La carrot cake super buena pero la de chocolate tiene muy mal sabor

Mª D. M. C. R.

¡Qué cafetería tan agradable y bonita! Bueno, mejor dicho, es una cafetería-librería ya que puedes quedarte un buen rato leyendo un libro mientras desayunas o meriendas.
Además, es que es un lugar que invita a quedarse. La cafetería está llena de detalles que aluden a la literatura. Desde la decoración (estanterías repletas de libros y mesas en las que hay revistas para ojear), venta de artículos literarios, artísticos y cafeteros (marcapáginas, tazas, láminas…).
Mirad la carta. No os perdáis ningún detalle. Muy especial, además es completísima: café, té, refrescos, batidos, zumos, cervezas, tostadas, bowls, tartas, pasteles, galletas… con opciones para celiacos, intolerantes a la lactosa o veganos.
Me pusieron una taza de café muy bueno. Tardaron poco en servir. La taza (del tamaño normal, no XL) por 1,80€ es bastante grande.
Me llamó la atención que tienen muchas opciones para endulzar el café (miel, coco, canela, stevia…).
Por último, hay mesas en el exterior (la calle es peatonal) y en el interior.
Volveré a repetir sin dudar. Es un local muy acogedor para pasar un rato recreándose en un buen libro.