Restaurante Museo Molino Blanco - Antequera, Málaga

Steven G.

Nos encantó el lugar, la comida deliciosa y te ponen mucha cantidad, el servicio es rápido. Me sorprendió gratamente y los precios estaban muy bien para todo lo que comimos. Solo hay dos pequeños detalles que alguien que lo visite por primera vez debe tener en cuenta y es que la cobertura del móvil allí es nula y lo segundo es que si el humo te molesta no es el lugar para ti. A mi no me molestaba por qué le daba un aroma a cocina de la abuela en leña, pero a mi pareja le molesta un poco para sus ojos y luego la ropa te queda con este olor. Pero recomendadisimo 100% volveré.

SUSANA D.

La comida bien pero tampoco espectacular de buena. El servicio es correcto pero hemos ido en fin de semana y andaban algo despistados con tanto trabajo. Han tardado en servirnos y luego en darnos la cuenta. Lo mejor es el contexto del restaurante, que le convierte en un verdadero museo, en algo distinto. Es un cortijo muy grande con piezas antiguas de la vida en el campo.

Sara M.

El sitio muy grande y acogedor con su chimenea al centro , llegamos con reserva pero luego no había mesa reservada cosa que no entendí la verdad. La comida tardaron poco , pero las segundas bebidas tuvimos que pedirlas unas cuántas veces al igual que nos pasó con los cafés y postres.

Jaime B.

Según nos han comentado, los actuales dueños lo gestionan desde principios de 2024.
Hemos almorzado en pleno puente de diciembre. Reservamos por la mañana cuando subíamos para El Torcal, nos aseguraron que tendríamos la mesa preparada para la hora que llegásemos sin problema y así fue. Llegamos sobre las 15:30, el restaurante estaba completo, tardaron muy poco en tomarnos nota y en servirnos. Los camareros destacan por su educación y su atención.
La comida estaba estupenda, destacamos la carne muy bien cocinada. También probamos un tartar de salchichón y unas tortas de Inés Rosales con mermelada y melva. ¡Todo riquísimo!
Tienen sitio para aparcar sin problema y para que los niños estén fuera jugando.
Además, el restaurante está en un museo de objetos antiguos (la mayoría relacionados con la agricultura y la ganadería) .

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Paco O.

Hacía unos años que no comía en El Molino Blanco y debo decir que la experiencia en ésta ocasión me ha defraudado con respeto a las anteriores.
La comida mal, la presa ibérica en salsa estaba muy cruda y la salsa con base de nata estaba cortada. El lagarto ibérico, que era la única carne a la brasa, estaba durísimo. Y del tomate con ensalada de pulpo que pedimos nos pusieron solamente el tomate porque según dijeron, no tenían pulpo para la ensalada. Lo único que estaba realmente buena era la tarta de chocolate que pedimos de postre y seguramente no estaba hecha en el local. Encima salimos con mucho olor a humo en la ropa porque la chimenea se ve que no tiene buen tiro.
En fin, no creo que volvamos.

MIR B.

Restaurante Museo recomendable, todo estaba muy rico, el sitio es curioso. Muy amables

MARCY M.

Esta es la 3° vez que venimos.
Verdaderamente es un museo.
Es un sitio turístico, la carta es básica, pero estaba muy rico lo que hemos pedido.
Parrillada, codillo y entrecot...etc..
La atención de los camareros buena.
Fuimos a la 13:30h...ya sabemos el truquillo de ir más temprano, así cuando se llena el restaurante nosotros ya estamos terminando.
Si estás por la zona lo recomiendo.
Precio a mi punto de vista correcto ✔️
Lo recomiendo 😉
Hay sitio para aparcar sin problema 👍

Manuel S.

Un lugar para comer si vas al Torcal de Antequera y no has reservado con antelación, el restaurante como situación es buena, con aparcamiento suficiente adornado con aperos de labranza y quizá un poco recargado de adornos. La comida fue relativamente rápida en servirla pero había mucha gente y quizá había algo de descontrol en servir los platos al menos en 5 ocasiones vinieron a ofrecernos platos que no habíamos pedido, y cuando llegaron nuestros platos principales alguno venía frío y comer carne fría no es de mi agrado. No estaba mala y buena cantidad , pero fría. Además salimos con un olor a humo terrible, había una chimenea central y daba bastante humo. Los camareros muy simpáticos, pero la comida fría.